Los señores del día y de la noche también modifican o influyen en la suerte, el destino o la energía divina del día. Cada uno de ellos aporta cierta cualidad que se combina con el resto de los simbolismos que aquí se mencionan.
Señor Diurno
Citlālin īcue
"Su Falda de Estrellas"
Su Influencia es: Positiva
Señor Nocturno
Tlāloc
"Sobre la Tierra"
Su Influencia es: Cambiante
Citlālin īcue: Considerada madre de los dioses, está fuertemente ligada a Tōnacātēuctli, "Señor de Nuestra Carne", protector de nuestro sustento. Es una divinidad creadora y representa el aspecto femenino de la Vía Láctea. Atrae bienestar y abundancia, y es protectora de la mujer. Su naturaleza creadora está vinculada a la noche y al misticismo.
Tlāloc: En sus aspectos positivos, se vincula con la vida, la abundancia y el crecimiento, promoviendo la renovación tanto de la naturaleza como del espíritu, y favoreciendo la estabilidad, la prosperidad y la abundancia. En sus aspectos negativos, se asocia con la sequía, las inundaciones, el granizo y la nieve que destruyen las cosechas, así como con la destrucción, el agotamiento espiritual y la muerte.